lunes, 11 de noviembre de 2013

EL HOMBRE MÁS RICO DE BABILONIA

El hombre más rico de Babilonia es un clásico moderno en materia de ahorro y planificación financiera. Describe las claves para adquirir, mantener y reproducir el dinero, en un lenguaje sencillo, informativo y motivador.

Clason emplea parábolas e historias babilónicas que muestran cómo esta antigua civilización logró acumular riquezas y un desarrollo económico sin comparación para su época.

El libro muestra un camino hacia la prosperidad y la felicidad, ofreciendo análisis y soluciones prácticas para los problemas financieros personales que todos enfrentamos a diario.

Toda persona tiene ambiciones y sueños para el futuro. Para lograrlos, es necesario aprender a ser exitoso con el dinero. Las parábolas de Babilonia le mostrarán cómo.


Este libro nos habla acerca de cómo nuestro bienestar económico depende de la prosperidad económica de cada uno de nosotros. Nos muestra la vida de algunos personajes, y las situaciones que se les presentaron; las cuales algunos supieron aprovechar y otros no.

La historia se centra en Bansir, quien era un fabricante de carros de Babilonia y su mejor amigo Kobi músico ambos ya son personas mayores y a su edad aun siguen trabajando para poder solventar a sus familias y sus necesidades. Ambos reflexionan sobre cómo un hombre puede generar riquezas. Es cuando deciden ir en busca de Arkad, quien era el hombre más rico de Babilonia y compañero de escuela; para pedirle que les enseñe como generar riquezas.

Arkad les relata su historia, cuando era un escriba que pasaba largas horas todos los días trabajando, pero nunca sin perder el gran deseo por poseer riquezas. Comentaba que del sueldo que recibía lo gastaba inmediatamente. Entonces conoció a Algamish, quien era un prestamista que necesitaba un trabajo en el menor tiempo posible. Arkad no terminó el trabajo, pero tuvo una idea… le cuestiono sobre cómo le había hecho para convertirse en un hombre rico… a cambio de esta respuesta terminaría el trabajo lo más pronto posible, Algamish aceptó el trato. 

Una vez terminado el trabajo Algamish le dijo “Encontré el camino de la riqueza cuando decidí que una parte de todo lo que ganaba me tenía que pertenecer”. Es decir, una parte de lo que tu ganas es tuyo y lo puedes conservar, este no debe ser menos de una décima parte, sea cual sea la cantidad que ganes. Primero págate a ti mismo. También le dijo que tomara en cuenta a quien le pide consejos, si lo solicita a alguien que no es experto en la material tendrá que pagar con su riqueza
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